“Seguro que me vienen a buscar a mí, porque le pegué a mi mamá”, afirmó el niño de ocho años cuando vio a los efectivos del Comando de Acción Preventiva en la puerta del cíber. El chico se aferró con fuerza a la computadora, pero no pudo evitar que lo trasladaran a la comisaría octava de la ciudad de Córdoba. Su madre lo había castigado prohibiéndole cruzar al cíber del barrio de Centroamérica, donde reside con ella. El chico tomó la rama de un árbol con la que golpeó a su madre y la encerró en un cuarto. Y se fue al cíber. Sus amiguitos declararon a la radio cordobesa LV3 que es un fanático de los videojuegos de Internet.
Pagina 12, 25 novembre 2005.
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